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A.I.C.F.E. Asociación de las Iglesias de los Cristianos de la Fe Evangélica |
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Pentecostes
De Pentecostés no se puede hablar en forma aislada porque forma parte de una sucesión de acontecimientos relacionados entre sí que se deben recordar. Pentecostés fue desde los días de Moisés hasta la crucifixión del Señor Jesucristo, es decir durante alrededor de 1.550 años, una de las tres principales y exclusivas fiestas hebreas. También llamada "Savuhot" y "Fiesta de las Primicias", en ella se recordaba la entrega de las Tablas de la Ley al pie del Monte Sinaí y se agradecía por la cosecha de los primeros frutos. El momento para la celebración había sido fijado por Dios en cincuenta días después de la Pascua ("Pésaj") la primera de las fiestas, en la que se recordaba la liberación de la esclavitud de Egipto tras la muerte de los primogénitos, juicio del que habían sido librados por medio de la sangre del cordero sacrificado.
Después de la muerte y resurrección del Señor Jesucristo ("el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" según la expresión de Juan el Bautista) ocurrido la durante la Pascua y mientras toda la nación judía festejaba Pentecostés se produjo el descenso del Espíritu Santo que se relata en el capítulo 2 del Libro de Los Hechos de los Apóstoles yla conversión al cristianismo de las primeras tres mil personas, también conocidas como los "primeros frutos" del nuevo pacto.
Con tales sucesos ocurridos durante la Pascua y en Pentecostés, estas fiestas pasaron inmediatamente a ser parte de la fe cristiana naciente y desde entonces se han mantenido.
Tal vez se pregunte cuál es la tercera fiesta hebrea y que significación tiene para los cristianos: se denomina "Fiesta de los Tabernáculos" o "Sucot" y se celebra durante Setiembre u Octubre y recuerda la época de la travesía del pueblo hebreo por el desierto donde tuvieron que habitar en tiendas. No tiene aún su celebración entre los cristianos pues para nosotros esa fiesta está por llegar. La tendremos cuando Cristo regrese por su Iglesia, formada por todos aquellos que habiendo creído en él le aceptamos como Señor y Salvador, obteniendo así el perdón de pecados y la vida eterna. Esta fiesta, que se celebrará en los cielos, es denominada en el Libro de Apocalipsis "Las Bodas del Cordero". Allí nuestro peregrinar sobre la tierra solo será un recuerdo porque habremos llegado a nuestra nación…
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